Horizonte enmcarcado por los cerros testigos de Hita (a la izquierda) y La Muela (a la derecha), al fondo la paramera de La Alcarria (foto de mi autoría)
El territorio sobre el que se levantan los cerros testigos de Hita y La Muela, representados en la fotografía de arriba, es un espacio relativamente joven, geológicamente hablando. Se formó durante la Era Cenozoica, "Terciaria".
Durante el Oligoceno pero, especialmente, tras la Orogenia Alpina, cuando la microplaca
Hespérides (sobre la que se levanta la Península Ibérica) quedó soldada a la
Euroasiática, cosida a través de los Pirineos, provocando también el levantamiento del Sistema Ibérico, impidió que los ríos peninsulares, que desembocaban en el antiguo mar de Tetis (cuencas exorreicas), pudieran continuar haciéndolo, provocando que su desague se llevara a cabo en el interior (cuencas endorreicas), colmatando los espacios orográficamente más deprimidos.
Especialmente relevante para el espacio que se analiza fue la fase conocida como Mioceno (entre 25 y 5 millones de años) durante la cual y hasta los plegamientos tectónicos de hace 5 millones, de años que hicieron bascular la Península hacia el oeste permitiendo el desague de las cuencas hidrográficas en esa dirección, el interior español quedó sujeto a procesos de colmatación y erosión. Las actuales cuencas hidrográficas son hijas de aquella etapa geológica.
Esa fuerza cinceladora que es la naturaleza hizo que el territorio se fuera abriendo, que la paramera empezara a ver surgir cauces de ríos que, a medida que esculpían el territorio, separaban espacios que antes habían formado un todo. Así surgieron mesas, oteros y cerros testigos, como el gráfico arriba representado muestra de forma pedagógica y que fotográficamente queda aquí mostrado
Nota:
Tanto el esquema como el dibujo y la fotografía inmediata superior, están tomados del folleto elaborado por el IGME para el Geología de Guadalajara del 2011, ver
www.igme.es/patrimonio/publicaciones/folletos/Folleto%20Terciario%20mini.pdf