02 julio 2006

Hita y el negocio de la lana castellana en el siglo XVI

Hita (Guadalajara) es conocida universalmente gracias al clérigo Juan Ruiz, arcipreste de Hita, y a su afamado libro del Buen Amor.
Ahora no me detendré en explicar algunos detalles de tan simpático, a la vez que enigmático, personaje. En esta oportunidad quiero hacerme eco de una comunicación que presenté al VIII Congreso de la Asociación Española de Historia Económica (Santiago de Compostela, septiembre de 2005), y en la que referí de qué forma la economía de la comarca de Hita se vio forzada a integrarse en la economía global de la época, gracias a los intereses que el grupo rector de la política de la citada villa, con el Duque del Infantado a la cabeza, tenían trabados en torno a la industria de la lana.
La lana castellana, ya desde el XIV, se había convertido en un bien imprescindible para los telares de Flandes. La necesidad de esta materia prima en los centros de producción flamencos forjó unos vínculos férreos entre quienes producían lana y quienes la consumían. De entre los primeros destacar aquellos colectivos que tenían suficientes excedentes de capital como para invertirlo en la compra de ganado, me refiero no sólo a las casas nobiliares, también aludo a los monasterios y a los grupos emergentes en los concejos capitalinos, caso de Guadalajara, donde a lo largo del XVI asistimos al nacimiento y consolidación de una pequeña nobleza que será capaz de ir liquidando el alfoz de la ciudad alcarreña en su beneficio (aspecto que ahora no abordaré dada su amplitud y complejidad).
Pero una cosa era tener excedentes de numerario y otra muy distinta era acceder a los pastos necesarios para alimentar al ganado. Ese, precisamente, es un problema de capital importancia que, para el caso de Hita, fue resuelto por el grupo dirigente imponiendo sus privilegios en perjuicio del común. Dicho de otra manera, el Duque del Infantado tenía destacado en Hita a un criado de cierto rango, un alcalde mayor que, en el lenguaje de la secretaría ducal recibe el título de corregidor. Este individuo estaba unido al Duque por fuertes lazos de clientelismo. Su obligación era velar por los intereses de su patrón a la vez que, en su nombre, administraba e impartía justicia. Será a través de este mecanismo como el noble conseguirá arrendar tierras de pasto que pertenecían al común de la Villa de Hita y tierra (es decir, no sólo a los vecinos de la villa sino también a todos los que vivían sobre las aldeas dependientes jurídicamente de la citada Hita) al Duque.
Esta actitud arbitraria por parte del concejo de Hita significó un movimiento de repulsa de todos los afectados que se movilizaron en contra de esa decisión. La solución fue acudir a la Corona para que remediase tamaño desatino, por ello, no dudaron en acudir coaligados a la Real Chancillería de Valladolid, tribunal diseñado por la Monarquía para entender en los pleitos suscitados entre las partes cuya ubicación se encontrase por encima del caude del río Tajo.
No sólo el Duque se apropió pastos. También los monjes del vecino monasterio de Sopetrán hicieron lo propio. En esta oportunidad los perjudicados fueron los vecinos del lugar de Taragudo, colindante con Hita y con tierras del citado cenobio.
Los interesados en ampliar la información pueden consultar la siguiente dirección electrónica donde está publicada mi comunicación al Congreso de la Asociación Española de Historia Económica.http://www.usc.es/estaticos/congresos/histec05/b24_carrasco.pdf

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Jesus.Muy interesante tu blog sobre la lana. Pero no podemos olvidar un fenómeno tan importante como remoto que es la trashumancia.Los pastores trashumante hicieron posible el comercio lanero.Fueron los callados protagonistas que recorriendo grandes distancias llevaban al ganado en busca de pastos y agua. Aunque su origen se remonta al tiempos prerromanos es a partir de XII cuando toma mas entidad Y ya en el XVII y XVIII se alcanza la cumbre del negocio lanero.Sin darnos cuenta, ahora andamos por esas veredas, cañadas y cordeles por donde antes iba el ganado..Jesus, perdn por tanto rollo. continua con tu interesante investigacion que yo continuaré leyéndote.Unsaludo. Pilar de la excursión de Hita. Una caminate.